La ley aprobada en Francia y que entra en vigor este sábado 6 de mayo prohíbe la participación en desfiles y sesiones de moda de modelos demasiados delgados.
Además, a partir del 1 de octubre, será obligatorio que las fotografías comerciales que hayan sido «retocadas» por un software de procesamiento de imágenes, lo indiquen explícitamente cuando éstas sean difundidas en mensajes publicitarios, periódicos, carteles, catálogos o internet.
Estas dos disposiciones, están destinadas a actuar sobre la imagen corporal en la sociedad, para evitar la promoción de ideales de belleza inalcanzables y prevenir la anorexia entre los jóvenes, así como para proteger la salud de una parte de la población especialmente afectada por este riesgo: modelos.
Los modelos deberán presentar un certificado médico, válido durante dos años, que permita «verificar su estado de salud global», evaluado, «sobre todo», gracias al índice de masa corporal (IMC).
El Ministerio de Salud francés ha tomado como referencia a la Organización Mundial de la Salud (OMS), que estipula que un persona es considerada delgada cuando su IMC, que mide la relación entre el peso y la talla, es inferior a 18,5.
Los trastornos alimentarios afectan a cerca de 600.000 jóvenes en Francia (40.000 de anorexia) y son la segunda causa de muerte entre los 15-24 años de edad después de los accidentes de tráfico.